¿Cómo combatir la sensibilidad dental en verano?
Con la llegada del verano, solemos descuidar nuestros buenos hábitos de higiene dental. Los cambios en nuestra rutina, los alimentos o bebidas frías que consumimos o los cambios de temperatura pueden afectar a nuestros dientes produciendo sensibilidad dental.
El problema es que combatir la sensibilidad dental en la época estival suele ser más complicado debido a este cambio de hábitos. Además, esta patología puede acentuarse cuando se padece alguna enfermedad de las encías, caries, raíces expuestas, dientes agrietados o desgaste del esmalte.
5 trucos para evitar la sensibilidad dental en verano
Si tienes molestias al ingerir comidas o bebidas frías, o incluso cuando te cepillas los dientes, lo más probable es que sufras sensibilidad dental. Debes tener muy en cuenta que si este problema no se trata correctamente, es posible que derive en otras enfermedades más graves e impida realizar una correcta higiene dental.
1. No descuides tu higiene dental
La primera pauta que debes tener en cuenta a la hora de combatir la sensibilidad dental en verano es no descuidar tus hábitos de higiene. Lo más recomendable es cepillarse los dientes con un cepillo suave que te ayude a cuidar las encías y a prevenir el desgaste del esmalte.
También es importante que utilices dentífricos poco abrasivos o específicos para tratar los problemas de sensibilidad, y que ayuden a proteger el esmalte. Recuerda que también es importante cambiar tu cepillo mínimo cada tres meses.
2. Evita alimentos ácidos
Durante la época estival solemos abusar de alimentos o bebidas ácidas, como zumos de fruta, refrescos, vino, aliños… Debes tener en cuenta que estos alimentos pueden desgastar el esmalte, por lo que se recomienda no abusar de ellos en exceso.
3. Cuidado con los cambios de temperatura
Otro de los principales problemas de esta época del año son los cambios bruscos de temperatura. Los alimentos demasiado fríos o demasiado calientes también provocar problemas de sensibilidad dental.
4. Cambia los malos hábitos
Existen algunos malos hábitos que pueden provocar el deterioro de las piezas dentales y empeorar los problemas de sensibilidad. Morderse las uñas, morder bolígrafos o lápices, usar palillos o utilizar los dientes para abrir bolsas o envases, son algunos de los malos hábitos que tenemos que evitar.
5. Cuidado con el cloro de las piscinas
No hay que olvidar que el cloro de las piscinas también puede afectar a nuestra salud dental. Diversos estudios han demostrado que este componente químico puede producir la decoloración de los dientes, aumentando los problemas de sensibilidad dental en verano. Para evitarlo e intentar reducir los efectos del cloro en nuestros dientes bastará con llevar a cabo una higiene dental.
Otros tratamientos para la sensibilidad dental
Si a pesar de estos consejos las molestias continúan, debes acudir a tu dentista para descartar problemas o afecciones más graves. Por ejemplo, en caso de que la sensibilidad esté provocada por problemas de bruxismo, la solución más efectiva será la utilización de una férula nocturna de descarga que ayude a proteger la dentadura.
Si el problema simplemente es una sensibilidad dental transitoria, uno de los tratamientos más comunes y utilizados en las clínicas es el barniz de flúor. Este barniz puede ser aplicado directamente en las piezas dentales o mediante una férula. De este modo, se consigue aumentar la concentración de flúor, fortaleciendo así el esmalte y la dentina.
Otras alternativas para combatir la sensibilidad son las endodoncias o los injertos de encías en casos en los que esta sea derivada por problemas de encías retraídas.